Mientras
vivió, Pablo disfrutaba viendo a su hija Sara disponer el belén en
un orden propio y muy particular, aún sabiendo que la perfeccionista
de su mujer madrugaría la mañana siguiente para reestructurar a
escondidas el despropósito de turno, achacándole el cambio a Papá
Noel, que siempre dejaba junto al pesebre una figurita de mazapán.
Este año, la
mula ha terminado en el patio del castillo romano, el buey en la
charca de los patos, los tres Reyes Magos confraternizando con los
pastores en la taberna, y el Niño Jesús echando una mano a las
lavanderas. A María le toca sacar el agua del pozo, pero es José
quien se lleva la peor parte, al quedar ubicado tras un matorral,
junto al caganer.
El día de
Navidad, Alicia se levanta decidida a recolocarlo todo una vez más
pero, al ver la estrella en delicado equilibrio sobre el puente de
madera, sólo es capaz de pensar en cuánto echa de menos a Pablo.
Cuando Sara llega corriendo a por su mazapán, el belén está
intacto; una nota firmada por Papá Noel le ilumina el rostro: “tu
padre me ha convencido: así está mejor”.
Publicado en la web "EstaNocheTeCuento.com" (Tema: "ver las cosas más bellas de lo que son en realidad"), enero 2024