Huí del pueblo como de la peste. Los adoquines de sus calles vestían de plomo mis sueños, el adobe de sus muros pintaba de ocres mi futuro, la estrechez de sus caminos me oprimía hasta faltarme el aire. En la ciudad me sentía libre para soñar con un futuro amplio y brillante.
Hasta que vi a mis hijos jugando en un parque diminuto, encajonado entre dos edificios que le negaban el sol. Por ellos he vuelto al pueblo, para que sueñen en libertad con el futuro que elijan. Para que sus almas vuelen, con la mía, junto a los gavilanes.
Finalista en el XI Certamen de Microrrelato "En torno a San Isidro" (Ayuntamiento de Saldaña, Palencia), julio 2022
No hay comentarios:
Publicar un comentario