Ahora que te has ido, he regresado al viejo Parador donde nos conocimos. He pedido la misma habitación y he permanecido durante días sentado en el balcón, contemplando una tras otra las puestas de sol, recordando aquella en la que tú me besaste y yo te besé y sellamos con aquel beso nuestro amor eterno. Hoy que acaba la semana bajo a la playa con una manta bajo el brazo, la extiendo sobre la arena y asisto a mi último ocaso. Mientras me voy internando en el agua helada, rezo porque tu marido cumpla tu postrer deseo y esparza tus cenizas sobre este pedazo de mar: así, podremos estar juntos de nuevo.
Finalista mensual en el Concurso de Microrrelatos de RTV Lavapiés (octubre 2023)
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