Últimamente, esto de ser poeta se ha vuelto muy complicado. Las rimas se me escurren entre los dedos, los epítetos me gotean por la nariz, eructo un par de metáforas cada vez que abro la boca, y no doy abasto para desenredar las hipérboles que me encrespan los cabellos. Y todo porque a mi musa le ha dado por seguir un curso de magia en Internet.
Publicado en la Revista Digital "Pansélinos" nº 38 (marzo 2025)
No hay comentarios:
Publicar un comentario