domingo, 22 de septiembre de 2024

UN LARGO VIAJE

Aquella tarde recorría el paseo que bordea los acantilados de El Cantal. Mis pasos eran calmos, mis ojos acariciaban las aguas lisas, que reverberaban en la evanescencia dorada del ocaso. Me acodé en la baranda para deleitarme con el maravilloso espectáculo pero, apenas había tornado el naranja en cárdeno, cuando un festín de luces y sombras emergió del mar, depositando en la superficie un islote cuajado de eucaliptos y baobabs. Atónito, vi cómo el singular atolón flotaba hacia mí sobre la senda de un incipiente rayo de luna hasta encallar suavemente en las rocas, a mis pies. Y, en lo más alto del más alto de los árboles, una exuberante rosa tendía hacia mí sus delicados pétalos. Sin dudar, salté la baranda, descendí la pared, tomé la flor y regresé para reunir al fin a los dos amigos. Desde lo alto de su planeta de metal, el Principito sonrió.

Finalista del mes en el IX Concurso de Microrrelatos del Círculo Cultural Bezmiliana (Rincón de la Victoria, Málaga), agosto 2024

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