Ser útil me hace feliz. Mamá lo sabe y siempre ha dejado que sea yo quien abra la puerta a los repartidores, recoja el correo de manos del cartero, o pase el cortacésped por el jardín. Pero desde hace algunos días la noto triste y cuando me mira se le empañan los ojos. Sospecho que cada vez le resulta más difícil seguir tratándome como si no hubiera pasado nada, y eso que yo me esfuerzo mucho para convencerla de que ha sido un verdadero alivio haberme librado de ese cuerpecillo frágil y enfermo que se llevaron los de la ambulancia cubierto por una sábana.
Finalista Relatos En Cadena de la SER (diciembre 2024, semana 11)
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