Flotando entre dos aguas, a la deriva, la ballena azul no emite un solo sonido, no mueve ni una aleta, ni siquiera hace el esfuerzo de abrir los ojos. ¿Para qué? Todo es inútil, el amor le ha sido revelado y negado al mismo tiempo y ya no le quedan ganas de nada que no sea abandonarse a ese silencioso sopor que, poco a poco, va hundiendo su formidable corpachón en las frías profundidades.
Desde las alturas, la luna la contempla, pesarosa. ¿Cómo iba ella a suponer que uno solo de sus rayos de plata provocaría semejante drama, primero al jugar, inocente, con el animal, y luego al huir de él, travieso?
Publicado en la web "EstaNocheTeCuento.com" (Tema: "Animales"), agosto 2025
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