Aquella noche, soñó que estaba atrapado en una espiral de colores que giraba y giraba, y él no lograba encontrar la salida, como Alicia en el laberinto. Finalmente, se topó con un cartel que, en letras blancas sobre fondo negro, anunciaba que en breves minutos se cerraría la puerta y, quien no hubiera salido para entonces, tendría que quedarse allí para siempre. Notó que le invadía un sudor frío y despertó, sobresaltado, en su propia cama. Lo primero que vieron sus ojos fue el frac que colgaba del pomo del armario, preparado para la ceremonia de ese día, y fue en ese preciso instante que decidió huir del matrimonio, sin avisar siquiera a la novia que, justo en ese momento, soñaba con escapar de una espiral de colores.
Finalista en el X Certamen-Maratón de Microrrelatos de la Asociación Valenciana de Escritores y Críticos Literarios (CLAVE), octubre 2025
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