Apenas te vislumbré entre la multitud, mi corazón emprendió un redoble de timbal. Acercarme a ti y resonar trompetas celestiales en mis oídos fue todo uno. Bastó una mirada para perderme en tus ojos bicolores: un cielo de otoño y un mar de verano codo con codo, enlazados por esa sonrisa tuya, tan tuya, que enseguida quise hacer mía. Tu voz flotó sobre el bullicio como un solo de clarinete, terciopelo líquido desgranando palabras, frases, historias: tu historia, la mía. Cuerdas desgarradas de violín en la pasión compartida. Emoción punteada de contrabajo en el ansiado “sí, quiero”. Vibrantes campanillas en la risa de tus hijos, mis hijos, nuestros hijos. Maravilloso concierto sin orquesta, sólo contigo.
Ganador mensual del Concurso de Microrrelatos de RTV Lavapiés (junio 2023)
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