sábado, 19 de agosto de 2023

ORÍGENES

El ángel, en un inusual arrebato conciliador, invitó al demonio a un picnic. Desplegó ante él sabrosos bocados, zumos exquisitos, la repostería más deliciosa, e incluso un néctar cuya receta se creía perdida en la noche de los tiempos. Pero el demonio no comió más que humildes aceitunas, cuyos huesos iba escupiendo en la tierra.

Al pasar el tiempo, uno de aquellos huesos germinó y pronto un robusto olivo se erguía en lo alto de la colina. El demonio quiso adjudicarse su propiedad, puesto que fue él quien había plantado la semilla, pero el ángel lo reclamó para sí, alegando que las aceitunas las había llevado él.

En estas estaban, los ánimos empezando a caldearse, nubarrones tan negros como la temible cólera del demonio cubriendo el cielo, la justa indignación del ángel relampagueando en la distancia, cuando acertó a pasar por allí un labriego.

- Este árbol está en mis tierras, así que seré yo quien lo cultive y quien obtenga sus frutos -les dijo al ángel y al demonio que, ante la aplastante lógica de la explicación, tuvieron que retirarse.

Y esta NO es la historia del origen del olivo, pero... ¿a que habría estado bien?

Publicado en la web "MásQueCuentos.es" (VI Premio de Relato sobre Olivar), agosto 2023

No hay comentarios:

Publicar un comentario